Los
vándalos de siempre
Carlos F. Reyes
La semana pasada, hemos visto, una vez más, cómo los grupos
de desalmados que actúan en las sombras para robar y destruir a su paso los
bienes públicos que nos pertenecen a todos los chilenos, salieron a cometer sus
fechorías. Como es habitual, actúan de manera impune, amparados por la
complicidad de las fuerzas del orden.
Afortunadamente estos grupos de malhechores están quedando
al descubierto gracias a la tenaz investigación de algunos periodistas y del
Ministerio Público quienes, a pesar de los obstáculos y presiones de Palacio,
han ido desenmascarando a estos sinvergüenzas.
Son ejecutivos de cuello y corbata que pertenecen al Grupo
Angelini, al Grupo Cruzat, al Grupo Soquimich, al Grupo de Aguas Andinas, al
Grupo Moneda Asset Management, al Grupo Corpesca y tantos otros que, de manera
sistemática, han saqueado los bienes pertenecientes al Estado, han defraudado
al Fisco, han comprado la conciencia de numerosos parlamentarios y partidos
políticos con sus triangulaciones de dinero. Han usado información
privilegiada, cometido fraudes, ofrecido sobornos, impulsado arreglines,
iniciado campañas antes de tiempo.
Los antecedentes que cada día salen a la luz pública indican
que no son hechos aislados. Esta casta de mafiosos viene actuando desde hace
muchos años, aprovechándose, en muchos casos, de la buena fe de la gente, como
ocurrió en el caso La Polar con la repactación unilateral de las deudas, en la
colusión de las farmacias y en el caso de las empresas productoras de pollos.
Entre tanto, los estudiantes que salen a la calle, una vez
más, desde hace10 años, para protestar ante una educación que ha sido
abandonada por el Estado a las leyes del mercado, para exigir una educación
gratuita, de calidad, democrática y sin lucro, reciben a cambio promesas
incumplidas, ofrecimientos hipócritas de participación, cuando no balas, chorros
cobardes lanzados a mansalva por el carro lanza-agua, maltrato, palos, el
ataque con gases lacrimógenos y, además, los golpes de los medios que se afanan
en desprestigiar el movimiento social mediante imágenes repetidas hasta la
saciedad.
En
uno de esos videos profusamente difundidos, se muestra a un grupo de jóvenes
que arranca un semáforo de la calle. Un semáforo. ¿Cuál es el costo de este
dispositivo?, ¿Un millón de pesos? Tal vez. El perdonazo del SII a la empresa Johnson’s,
otorgado por el actual director de dicha entidad, fue de U$125 millones (ciento
veinticinco millones de dólares que todos los chilenos dejamos de percibir).
Dicho monto equivale a $70.000.000.000 aproximadamente. En otras palabras, el
daño correspondió a la destrucción de más de 70 millones de semáforos. ¿Cuándo
los carabineros les van a arrojar un chorrazo de agua?, ¿cuándo van a lanzar
gases lacrimógenos en sus oficinas de sanhatan?
Los
actos vandálicos de estos grupos empresariales, nacionales y extranjeros, han
impedido que el Estado disponga de recursos suficientes como para terminar de edificar
los hospitales cuyas obras están paralizadas; han imposibilitado construir
escuelas, puentes, caminos, represas, consultorios, aeropuertos en las zonas
más aisladas; han impedido la entrega de pensiones dignas, medicamentos,
sueldos adecuados a los profesores. El
saqueo de estos grupos vandálicos al Estado chileno se inició durante la
dictadura -mientras la Derecha Gobernante vendía, la Derecha Económica compraba
a precio de huevo- se intensifica bajo los gobiernos de la Concertación y se
mantiene bajo la Nueva Mayoría.
Y
mientras los Grupos desenmascarados de las Isapres, de las AFP, de los bancos,
de las empresas del retail, de las Aseguradoras, de las mineras, de las
pesqueras, de las forestales, del Transantiago aumentan sus escandalosas
ganancias a costa del esfuerzo de los ciudadanos, La Moneda guarda silencio. Es
lo que sabe hacer. Un silencio embarazoso, por cierto. Cómo no sonrojarse al tratar
de sostener que no se sabía del préstamo de 6.500 millones de pesos al
primogénito de la Mandataria.
Los
vándalos de siempre, otorgaron más de $300 millones a la Fundación Libertad y
Desarrollo, a la Fundación Chile 21 y a la Fundación Jaime Guzmán para así
mantener controlados los hilos de las decisiones políticas.
El
pillaje de estos grupos facinerosos les permitió apoderarse de dos tercios de
las empresas estatales del cobre, de la biomasa marina, que pasó a manos de
siete familias, de los consorcios periodísticos y de algunos canales de
televisión. Son estos medios, precisamente, los que tienden cortinas para
ocultar la maciza manifestación de 150.000 estudiantes en las calles; los que
levantan muros para que los chilenos no se enteren de la corrupción
generalizada. Son estos medios los que organizan programas especiales para
analizar la situación política de Venezuela, pero que guardan silencio durante
la visita de Li Kegiang, Primer Ministro de China, país en donde se reprime de
manera violenta cualquier manifestación.
Son
estos los vándalos que ejercen a diario la violencia contra la ciudadanía
elevando los copagos de las Isapres, subiendo el 20% de las cuentas de
electricidad, haciendo pingües negocios con las cuentas telefónicas, enriqueciéndose
con la venta de las conexiones a Internet, las más altas de Sudamérica.
Estos
son los vándalos. Los que distraen la atención de las dueñas de casa y los oficinistas
con noticias relacionadas con el escote de la Bolocco, la aparición de unos
ovnis o el cambio de sexo del padrastro de las Kardashian.
Estos
son los verdaderos vándalos.
2 comentarios:
La verdadera violencia responde a los miles de abusos que se cometen cada minuto en contra del pueblo, la clase anestesiada que vive pensando en teleseries, eventos faranduleros, etc. El día que este pueblo, mi pueblo, comprenda su lugar en el engranaje social, se empodere en serio, asuma su condición de clase, recién podremos ver quienes son realemnte los violentistas...
La verdadera violencia responde a los miles de abusos que se cometen cada minuto en contra del pueblo, la clase anestesiada que vive pensando en teleseries, eventos faranduleros, etc. El día que este pueblo, mi pueblo, comprenda su lugar en el engranaje social, se empodere en serio, asuma su condición de clase, recién podremos ver quienes son realemnte los violentistas...
Publicar un comentario